Bien solía decir Sir Winston Churchill: “Jamás podría vivir sin Champagne. En la victoria la merezco, en la derrota la necesito.”

Hablar de Champagne suele ser sinónimo de celebración, lujo, sofisticación. Para muchos una bebida de festejo, para nosotros los amantes del vino es una emocionante oportunidad de probar un producto único, que transmite el terroir y la tradición. Consideramos muy importante el transmitir que el Champagne es un vino que se puede disfrutar en cualquier ocasión y no debe ser relegado únicamente a las ocasiones importantes, sino hacer en sí mismo la ocasión importante.

Elaborado en la región que comparte su nombre (es denominación de origen, por lo que sólo el vino espumoso elaborado en esta región bajo los métodos y estándares tradicionales es considerada Champagne), suele ser una bebida que a la gente que apenas se está adentrando en el fascinante mundo de los vinos no se le ocurre maridar. Sin embargo, suele ser un maridaje perfecto para platos cremosos, fritos e incluso frescos como los mariscos y moluscos. La versatilidad que provee para acompañar los alimentos es una de las razones por las que este vino es uno de nuestros favoritos, sin lugar a dudas.

Por lo anterior, en esta ocasión les tenemos tres sugerencias de Champagne exclusivos para que sean disfrutados como aperitivo o, mejor aún, con su comida francesa favorita.

Nuestra primera recomendación proviene de uno de los productores más tradicionales de la región, el cual, fiel a la visión de su fundador, realiza únicamente prestige cuvées de la más alta calidad. El Krug Grande Cuvée Brut es un vino extraordinariamente complejo, cremoso y con notas fascinantes. En copa tiene un color dorado quemado con tonos cobrizos. La nariz es explosiva con notas de miel, almendras, mazapán y brioche. En boca presenta capa media, con acidez balanceada y una yuxtaposición con las notas tostadas y nueces. Precisamente es este juego de aromas lo que llama la atención y hace este Krug todo un deleite al paladar. Tiene un final larguísimo y reconfortante.

Nuestra siguiente sugerencia es el Billecart-Salmon Brut Rosé (también es un NV o sin añada). Es uno de nuestros Champagne favoritos, el cual es elaborado por la casa productora más antigua en seguir siendo propiedad de la familia fundadora.

En la copa encontramos un vino con pálidos tonos asalmonados, con burbuja extremadamente fina. En nariz explota con notas cítricas, de durazno, manzana verde y frutos rojos. En boca es un vino elegante, untuoso, lleno de vida y textura. Presenta notas de fresas, moras, durazno y miel. Tiene una capa media y un final prolongado que resulta muy agradable al paladar. Es el champagne perfecto para maridar con pescados crudos o tártaras.

Por último, nuestra tercera recomendación es el champagne ultra especial de la Maison de Piper-Heidsieck, el Rare Champagne Brut 2006. Este vino de guarda se elabora a partir de una selección de 8 diferentes grand cru y únicamente en añadas excepcionales. Es el Cuvée Prestige de Piper y al probarlo podemos comprender perfectamente el por qué.

Presentado en una botella terminada con un fino garigoleo en metal dorado, el contenido de la misma resulta aún más elegante que su estética presentación.

En copa es un vino con brillantes tonos dorados claros con burbuja fina y abundante. En nariz presenta notas de toronja, miel y florales coherentes y bien estructuradas. En boca tiene un balance y acidez perfectos, además de entregar un ataque fresco durante toda su expresión. Nuevamente es un vino de capa media y final largo. Este es un Champagne perfecto para disfrutar en un cálido atardecer en el campo y maridarlo desde con carnes frías y complejos quesos, hasta con asados rústicos y guisos elaborados.

Fotos: cortesía.


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