Colombia es un país de gran riqueza natural: entre selvas y montañas, valles y costas bañadas en sol, múltiples culturas florecen en este hermoso territorio, y con ellas, sabores indómitos. Decidida a crear una nueva narrativa de la gastronomía colombiana, la renombrada chef Leonor Espinosa, de la mano de la Sommelier Laura Hernández, ha creado un espacio donde la alta cocina y la etnobotánica hallan un exquisito punto de fusión.


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Leo, el restaurante ubicado en Bogotá, es un edificio singular: en su interior encontrarás no uno, sino dos comedores, cada uno llamado por el nombre de su fundadora. Bañados en una luz tenue, ambos salones poseen una cálida atmósfera de intimidad que hace un perfecto contrapunto para la audacia de los platos. En la Sala de Laura es donde se encuentra lo mejor de la coctelería, con una innovadora propuesta de bebidas fermentadas, maceraciones y destilados a partir de ingredientes locales. No puedes perderte la degustación de destilados “Territorio”. Está compuesta de una serie de bebidas inspiradas en los diferentes biomas del territorio colombiano, y te llevarán en un recorrido impresionante a través de sus sabores. Para acompañar, la Sala de Laura cuenta asimismo con menús degustación de siete y diez tiempos, así como un delicioso menú a la carta. No obstante, las mejores cenas se sirven en la Sala de Leo, un amplio comedor continuo a la Sala de Laura donde los menús de degustación de ocho y trece tiempos terminan en su icónico “territorio” de cacao y café.

Tras una carrera llena de éxitos, la última apuesta de Leonor Espinosa viene con satisfacción garantizada. Actualmente se encuentra dentro de la lista de World’s 50 Best Restaurants, y ha sido nombrado varias veces como el Mejor Restaurante de Colombia. La misma Leonor obtuvo en 2017 el Basque Culinary World Prize, y este año se coronó como la Mejor Chef Femenina por la World’s 50 Best Restaurants. La sommelier Laura Hernández, por su parte, sigue siendo joven dentro del mundo de la alta cocina, mas ya se perfila para una carrera de igual reconocimiento. Gracias al talento de ambas, la experiencia de comer en Leo se transforma en un deleite inigualable. Cada vez que te encuentres en Bogotá, no puedes terminar tu viaje sin llevarte una probadita del territorio mismo.

Fotos: cortesía.

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