Al hablar de vinos, gastronomía y maridajes es imposible no pensar en Italia, país lleno de tradición, cultura, ritos familiares, playas, islas y paisajes que arrebatan el aliento e invitan a disfrutar de la verdadera dolce vita.
Precisamente al hablar de vinos, Italia ha sido y es uno de los principales productores a nivel mundial, por lo general con una altísima calidad. Cuenta con una diversidad de tipos de uva y regiones enorme. Asimismo, se producen caldos para todo tipo de presupuesto. Sin embargo, en esta ocasión les traemos cuatro recomendaciones muy exclusivas de dos de nuestras regiones favoritas de este bello país, la Toscana y el Piamonte.
Ubicada en la región de la Toscana, particularmente en la zona de Montalcino se encuentra la DOCG (Denominazione di Origine Controlata E Garantita) Brunello di Montalcino, en la cual se producen los vinos más escasos, exclusivos y de larga capacidad de añejamiento de toda la Toscana. Resulta imposible hablar de Brunellos (como los referimos los aficionados) sin mencionar a Biondi-Santi. Es el pionero en la producción de dicho vino y posee la propiedad más renombrada y tradicional de la región. Por lo anterior, nuestra primera recomendación es el Biondi-Santi Brunello di Montalcino Tenuta Greppo Anatta 2013, el cual, a pesar de aun ser un vino relativamente joven con 8 años de edad, nos empieza a mostrar matices de su pleno potencial.
En copa encontramos un tinto color granate intenso, con excelente consistencia y aun sin muestras de envejecimiento. En nariz presenta notas persistentes de cereza, regaliz y violetas. Apenas decantamos este tinto y los aromas inundan nuestro alrededor. En boca es un tinto seco, potente, con tanino sedoso y refinado. Presenta notas de ciruela y persisten las de cereza y pétalos de rosa. Presenta capa media y un final largo.
También de la región de la Toscana, provienen los tintos denominados Súper Toscanos. Esta denominación, si bien no es un término oficial, fue un nombre acuñado por la prensa en el pasado. Dichos vinos surgieron como una respuesta por parte de algunos de los más renombrados productores de esta zona, a las reglas restrictivas que en su momento existían para la denominación del Chianti. Dichos tintos desafiaban los tipos de uvas que estaban permitidos para la elaboración de la mencionada DOC y utilizaban variedades internacionales como la Cabernet Sauvignon o la Cabernet Franc para mezclar con la Sangiovese creando vinos espectaculares, que en su momento sólo fueron clasificados como “vinos de mesa” (la denominación más común). Con el paso del tiempo los Súper Toscanos incrementaron su prestigio y fueron altamente codiciados por los consumidores y coleccionistas.
De Argiano, un renombrado productor de Brunello, nuestra segunda recomendación es el Solengo 2016. Este tinto es una mezcla de Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot y Syrah. El Solengo es un vino que se puede disfrutar joven, sin embargo, tiene una impresionante capacidad de guarda. Si decide disfrutarlo ahora, recomendamos decantar por al menos una hora, antes de servir. En copa presenta intenso color rubí y una consistencia densa y lagrimeo largo. En nariz explota con notas de moras negras, ciruela, cerezas maduras y tabaco. En boca es un vino potente, refinado, complejo y muy bien estructurado. Persisten las notas de ciruelas y moras, acompañadas de tabaco dulce, lilas y especias. Posee una capa media-alta y un final larguísimo. Sugerimos maridar con risotto de hongos o con salsas cremosas.
La segunda región que visitaremos a través de nuestras últimas dos recomendaciones es la del Piamonte, territorio que alberga dos de las denominaciones más codiciadas entre los consumidores y coleccionistas de vino italiano: Barolo y Barbaresco.
Los vinos del Piamonte tienden a expresar el terroir y a ser más similares en cuanto al manejo de la tierra de forma parcelar con la región de Borgoña en Francia, que con la de la Toscana. Dichos vinos están elaborados a partir de una sola variedad de uva, la Nebbiolo, con la cual se producen vinos de muy elevada calidad y complejidad. Son vinos que se favorecen del contexto en el cual son tomados.
Nuestra tercera recomendación es el Vietti Barolo Castiglione del Bosco 2016. Vietti es uno de los productores más reconocidos a nivel mundial de Barolo. El Castiglione es un tinto que en copa presenta color rojo rubí intenso. Al ser un vino joven aun no presenta variaciones de color. En nariz presenta notas amables de cereza, fresa, regaliz y anís. En boca es un tinto potente, con un tanino fuerte (característico de los Barolos), complejo y muy bien balanceado. Continúan las notas de cereza y fresa, mezclados con aromas térreos y destellos de anís. Tiene un final largo y reconfortante. Sugerimos maridar con jabalí o platos elaborados con trufas.
Nuestra última recomendación viene de un productor que está realizando vinos extraordinarios recientemente: Nada Fiorenzo. En esta región encontramos una expresión única de la Nebbiolo. En particular el Nada Fiorenzo Barbaresco 2016 es un tinto de altísima calidad, fácil de disfrutar y que permite adentrarse a la complejidad de los vinos de la región. En copa tiene colores rubí pálido y granate. En nariz abundan notas a pétalos de rosas y cerezas. El paladar estalla con notas de ciruelas, cerezas, mermelada de fresa, pimienta y persistencia de los pétalos de rosa. Es un tinto seco, balanceado, con tanino terso y refinado. Tiene un cuerpo medio y final largo. Sugerimos maridar con carnes o quesos maduros.
SONY DSC
Fotos: cortesía.
Comments