Desde su llegada en los setenta, Royal Oak dejó su huella en los anales de la relojería de lujo. Fue el creador del primer reloj deportivo de acero exclusivo del mercado; Gérald Genta siguió la estela de los diseños de reloj de pulsera poco convencionales lanzados por Audemars Piguet en los años treinta, resonando en ella la transformación cultural experimentada a lo largo de la época en disciplinas como el arte contemporáneo, el diseño, la arquitectura y la música. Un inicio polémico, pues bajo el escepticismo de los clientes y la dificultad tras su fabricación hizo de sus primeros pasos un sendero complicado. 

En diez años Royal Oak inauguró una era de reinvención al explorar nuevas posibilidades estéticas con nuevos tamaños y materiales. Se lanzó a seguir la demanda del mercado al integrar en sus líneas la llegada de los mecanismos de cuarzo, una nueva posibilidad en cuanto a los movimientos de las precisas máquinas; además de presentar el primer Royal Oak equipado con el movimiento de calendario perpetuo automático con rotor central más delgado de la época.

Con motivo de su 20º aniversario, el Royal Oak adoptó una senda más radical que anticiparía los años siguientes, lanzando el primer Royal Oak con pulsera de piel: el controvertido Modelo 14800 de 36 mm, desarrollado fuera de la Manufactura por el diseñador independiente suizo Jörg Hysek. En la década de 1990 debutarían los primeros ejemplares esqueleto para dama con el histórico calibre 2003SQ ultra plano, de apenas 1,64 mm de grosor. Además, los años noventa consolidaron la presencia de las complicaciones en la colección, creando también el primer Royal Oak Gran Complicación proveído de repetición de minutos, calendario perpetuo y cronógrafo con ratrapante.

A la llegada del tercer milenio, una nueva tendencia se abrió paso en la historia de los relojes “Jumbo”, Royal Oak reinterpreto los códigos estéticos con más libertad, con nuevos colores de la esfera y el retorno del fondo zafiro, dando resultado al modelo 15202, el cual gracias a su combinación de tradición y modernidad, esta versión gozó de la popularidad de antaño y se erigió en uno de los modelos Royal Oak más codiciados.  

La década de 2010 fue testigo de lo que el nuevo milenio traía al taller, una mezcla de estética refinada y maestría técnica fue presentada con la llegada del Royal Oak Doble Volante Esqueleto de 2016. Concebido por los relojeros de Audemars Piguet, el mecanismo patentado que presenta, mejoró la precisión y la estabilidad del reloj. Gracias a que tiene incorporados dos volantes y dos muelles espirales ensamblados en el mismo eje, el sistema oscila en perfecta sincronía.

Audemars Piguet inauguró el 50.º aniversario del Royal Oak con un modelo Royal Oak “Jumbo” Extraplano de 39 mm de nueva generación Referencia 16202, equipado con un nuevo movimiento automático extraplano (calibre 7121) pensado para encajar a la perfección en la caja del Royal Oak «Jumbo» de 8,1 mm. A lo largo de los años, el Royal Oak dio lugar a una colección increíblemente completa, con nuevos tamaños, materiales, estilos y movimientos. Es esta capacidad de reinvención sin dejar atrás la estética característica de Royal Oak que ha permitido a esta marca erigirse como icono cultural dentro y fuera del ámbito de la relojería.

Fotos: cortesía.


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