Todos conocemos el placer de una buena ducha después de un día de cansancio citadino; la relajación del agua, y el goce de la espuma de jabón. El uso del jabón se remonta siglos en el pasado, pero fue en la ciudad de Florencia, Italia, en los tiempos de los Medici, donde la fabricación de este producto se convirtió en un verdadero arte. Gracias a la nobleza de los Medici y en conjunto con los mejores boticarios de su tiempo se formó el gremio de los Maestros Jaboneros, en cuyo honor existe hoy en día un callejón en el corazón de Florencia llamado Via dei Saponai.
Después de la Segunda Guerra Mundial, un joven montaba su bicicleta por las calles accidentadas de Florencia en un mandado a la carnicería. Tratando de evitar los agujeros más grandes, no vio una piedra y cayó al suelo. Cubierto de polvo y con las rodillas despellejadas vio que la rueda de su bicicleta estaba pinchada, y, cuando finalmente llegó al mercado, se había terminado la carne. El carnicero, al ver su estado, decidió darle la grasa sobrante, diciéndole que si la mezclaba con sosa podría hacer jabón. El joven corrió a la ferretería, compró la sosa, y regresó a casa sin carne y maltrecho, pero con un brillo en los ojos. Le pidió a su madre el cazo de cobre que utilizaba para lavar la ropa, y se encerró en el garaje. Durante días intentó una y otra vez, hasta que, por fin, se formó una masa blanca y espesa en el fondo del cuenco. Lo puso a secar en una red, y una vez compacto lo hizo rodajas que probó primero con familiares, y luego amigos, y amigos de amigos.
Fue así como surgió Nesti Dante en 1947, una de las marcas de jabón más relevantes de Europa. Este negocio exclusivamente familiar se rige desde hace tres generaciones por el lema de su fundador “Noi lavoreremo sempre non per essere i più grandi ma per essere i migliori” (Siempre trabajaremos no para ser los más grandes sino para ser los mejores). A su dedicada convicción se suma el proceso tradicional de cocción en caldera de sus jabones, que, si bien ralentiza la producción, les permite el uso de aceites esenciales, una mejor selección de las mejores materias primas y, en general, la mejor atención para la creación de un producto de alta calidad. El proceso de saponificación por este método toma cuatro días, lo que les permite obtener una base de jabón libre de impurezas. Posteriormente, un reposo de veinticuatro horas ayuda al jabón a eliminar la glicerina sobrante, que cae al fondo del caldero y es descartada. Como resultado de este meticuloso proceso se obtienen fideos de jabón de la más alta calidad, que se enrollan tres veces con la ayuda de una máquina especialmente construida en acero inoxidable. Esto permite obtener un alto nivel de refinado en la base de jabón: una pasta suave y uniforme lista para integrarse a alguna de las exclusivas colecciones de su fabricante. Este proceso artesanal de excelencia italiana es además amable con el medio ambiente: todos los jabones resultantes son naturales, veganos, biodegradables, sin parabenos, y libres de crueldad animal, lo que hace a esta marca un referente en la elaboración de jabones de alta calidad en todo el mundo.
Nesti Dante cuenta con una amplia gama de propuestas con base en ingredientes naturales: una delicada combinación de flores, fruta, oro, e incluso vegetales, que le permiten a esta marca florentina crear diferentes barras con beneficios positivos para la piel. La colección Dolce Vivere rinde un tributo a la belleza y al estilo de vida italiano; hechas a base de flores, sus barras evocan las diferentes ciudades icónicas del país. Sicilia es representada por la fragancia de la bugambilia, sal marina y árbol de papiro, mientras que la barra de Pisa se elabora con magnolia blanca, flor de albaricoque y lilium. Roma está hecha a base de adelfa, moscatel e higo, Florencia con iris azul y rocío de la mañana, y Milán con lirio del valle y almizcle de roble. Por su parte, si lo que se busca son los beneficios, la colección de Il Frutetto está elaborada a base de frutas, y tienen cada una diferentes efectos en la piel. La barra de leche de higo y almendras es ideal para hidratar y calmar las molestias cutáneas, mientras que el jabón de cítricos y bergamota te refrescará y dará energía para el día. La deliciosa barra de granada y grosella negra nutre y tonifica la piel; la de uva roja y arándano aportará nutrientes esenciales que dejarán la piel resplandeciente. Para tonificar también se puede usar el jabón de melocotón y melón, o, si lo que se desea es ambos hidratación y nutrición, la barra de aceite de oliva y mandarina es lo ideal. El detox perfecto puede alcanzarse con la barra de menta y membrillo de pera, que drenará y purificará las imperfecciones de la piel, mientras que la de cereza negra y frutos rojos tiene un efecto antioxidante y protector contra el desgaste del día. Finalmente, si lo que uno desea es relajarse, lo mejor es la barra de níspero y azufaifo, una deliciosa combinación que ayudará a eliminar el estrés.
En la gama de lujo se encuentra el Luxury Black Soap, la joya de la familia. Su proceso de elaboración es un meticuloso secreto que se ha transmitido de generación en generación, y es rico en propiedades y beneficios para la piel. Su elaboración a base de ceniza de plantas y cortezas africanas, plátano, avena y mazorcas de cacao le confiere la capacidad de aumentar la circulación y promover la renovación celular. También contiene manteca de karité, que ayuda a que la piel se sienta suave, fresca y tersa. Un toque de pachuli y pimienta rosa picante, jacinto y jazmín le confieren además una fragancia opulenta e inesperada.
Nesti Dante es la esencia florentina que se lleva en la piel; más allá de su excelente elaboración, cada barra de jabón es una experiencia sensorial que, sin importar en qué parte del mundo se esté, siempre evocará a su natal Italia.
Fotos: cortesía.
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