Uno de los rituales masculinos más comunes es el afeitado y por ello es importante disfrutar de todo lo que conlleva, ya sea hecho por uno mismo o por un maestro barbero que haga magia con la navaja en un ambiente de relajación. Si se busca la segunda opción, una visita obligada en Italia se encuentra en Milán, donde se podrá experimentar el verdadero ritual italiano. Ubicada en la calle de Viale G. D’annunzio se encuentra en la barbería Francesco Cirignotta, donde el cuidado masculino es la única prioridad. El establecimiento cuenta con un solo salón privado y una única silla de afeitar que asegura una atención exclusiva, dedicada y personalizada, otorgando una oportunidad de examinar el estado de la piel y cabello de cada individuo y brindar orientación con base a tus necesidades específicas de imagen y estilo. 

Francesco Cirignotta es quién está detrás de la navaja al ser barbero, historiador y experto en su oficio; observador y atento al bienestar del cuidado masculino, siempre con visión y apostando a las tendencias actuales. Se guía con cinco valores de servicio: la mente, las manos, el tiempo, silencio y espacio; para Cirignotta el cabello y la barba enmarcan el rostro de la humanidad, son el único vestido natural que a lo largo de la historia ha sido el accesorio masculino por excelencia. Flexible, se puede cortar o teñir al gusto y no solo por necesidad, potenciando la mejor versión de cada uno de sus clientes, quienes buscan la excelencia en su servicios y productos.

Sofisticación y exclusividad se pueden percibir desde el exterior, donde el nombre de Francesco Cirignotta en cursiva te recibe, y a través de los vidrios se puede percibir al barbero trabajando con las tijeras y la cuchilla creando un concepto único y diferente con cada uno de los hombres que visitan el oasis masculino. Al entrar te recibe un salón donde el lujo y la atención al detalle se hacen presentes en el piso en mármol negro y los muebles de madera que crean armonía perfecta ante la silla de afeitar beige al centro. Una luz cenital ilumina el espacio, y comienza el ritual tradicional italiano que puede constar de un afeitado o un recorte de barba y bigote jugando con los volúmenes dependiendo de la estructura facial y la densidad de vello. Con delicadeza se coloca la toalla caliente para abrir los poros, la espuma caliente para afeitar, sentir la cuchilla y lo refrescante de la toalla fría que ayuda a rehabilitar la piel y se complementa con el corte de cabello con las mejores técnicas de peluquería desde terminados clásicos o incluso explorar las diferentes tendencias dependiendo del estilo y gusto del cliente. Se complementa con la evaluación del cabello, que permite poder dosificar y mezclar diferentes champús para encontrar la combinación exacta para cada caso, y detectar si hay alguna anomalía capilar como caspa, cabello dañado o desestructurado.

Además, Francesco Cirignotta apuesta por la sustentabilidad como estilo de vida al reducir el impacto en el medio ambiente con iluminación consciente, control de agua y eliminación de residuos en los productos que aplica, además de ser libres de crueldad animal o veganos; también, se preocupa por la higiene y la limpieza en el área de trabajo y herramientas, esterilizándolas después de cada servicio.

Francesco Cirignotta es sinónimo de calidad, profesionalismo y buen trato llevando a otro nivel la experiencia del grooming. En su barbería se escuchan las necesidades reales del hombre al momento de cuidar su cuerpo e imagen, un diálogo claro entre el cliente y la forma en la que quiere expresarse y manifestar su identidad propia. Cirignotta toma en cuenta las necesidades únicas de cada persona, por lo que cada tratamiento es irrepetible. Después de visitarlo por primera vez querrás regresar por lo menos una vez al mes al oasis del cuidado masculino milanés.

Fotos: cortesía.

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