Situado en la exclusiva isla de Giudecca, el Hotel Cipriani es mucho más que un simple alojamiento; es un emblema del lujo veneciano. Fundado en 1956 por Giuseppe Cipriani, el célebre creador del icónico Harry’s Bar, este santuario se construyó con la visión de ofrecer a viajeros distinguidos un retiro cercano a la Plaza de San Marcos, pero alejado del bullicio turístico. A lo largo de las décadas, el Cipriani se ha convertido en un símbolo de exclusividad, atrayendo a personalidades de la talla de Yves Saint Laurent, Sophia Loren y George Clooney, quienes han disfrutado de su incomparable privacidad y servicio.
Una de las joyas del hotel es su legendaria piscina de agua salada, reconocida no solo por sus dimensiones olímpicas, sino también por su diseño único que surgió de un malentendido entre arquitectos europeos. Esta piscina, la más grande de Venecia, ofrece un entorno perfecto para nadar mientras se disfruta de las vistas de la laguna.
El Cipriani también destaca por su riqueza culinaria. El restaurante Oro, galardonado con una estrella Michelin, ofrece a los huéspedes una experiencia gastronómica de primer nivel. Bajo la dirección de chefs de renombre, Oro fusiona la tradición culinaria italiana con técnicas modernas, en un entorno donde los elegantes interiores dorados reflejan la belleza de la ciudad.
Además, el hotel ofrece experiencias exclusivas para los viajeros más exigentes. Su yate privado de caoba, el “Shirley”, está disponible para excursiones a las islas cercanas, como Murano y Burano, famosas por su vidrio y encaje. Los huéspedes pueden disfrutar de un picnic con champán mientras navegan por las aguas venecianas al atardecer, creando recuerdos imborrables.
Para los amantes del deporte, el Cipriani cuenta con una cancha de tenis de tierra batida, donde los huéspedes pueden mejorar su juego con entrenadores profesionales. Y para aquellos que buscan un verdadero descanso, su spa ofrece tratamientos de lujo en medio de los exuberantes jardines históricos que una vez fueron escenario de los encuentros románticos de Casanova.
Aunque el hotel ha crecido y se ha modernizado con el tiempo, incluyendo la adición del majestuoso Palazzo Vendramin, su esencia sigue siendo la misma: un refugio donde la elegancia, el servicio personalizado y la discreción crean una atmósfera inolvidable para sus distinguidos huéspedes.
El Hotel Cipriani es mucho más que un simple destino; es una experiencia que personifica la dolce vita veneciana en su máxima expresión, haciendo que cada estancia sea un viaje al corazón del lujo.
Fotos: cortesía.
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