En el prestigioso mundo de la alta relojería, Jaeger-LeCoultre reafirma su liderazgo con el Duomètre Heliotourbillon Perpetual, una pieza que combina innovación técnica y elegancia intemporal. Limitado a solo 20 ejemplares, este reloj es un tributo a la búsqueda de precisión y belleza que la Maison ha cultivado durante casi dos siglos. En el corazón de esta creación se encuentra el calibre manual 388, desarrollado internamente, que integra dos innovaciones clave: el mecanismo Duomètre y el revolucionario tourbillon Heliotourbillon. Este tourbillon tri-axial no solo destaca por su rotación en tres ejes, creando un efecto visual de ‘peonza’, sino que también mejora la precisión del reloj con una frecuencia de 4Hz.
El Duomètre Heliotourbillon Perpetual también incluye un calendario perpetuo con gran fecha, diseñado para ajustarse automáticamente a los cambios en la duración de los meses y años bisiestos, requiriendo ajuste manual solo en 2100. Esta combinación de complejidad técnica y funcionalidad intuitiva subraya el compromiso de Jaeger-LeCoultre con la creación de relojes tanto sofisticados como prácticos.
Estéticamente, el diseño del reloj es una obra maestra. La esfera de opalina plateada, con texturas refinadas y marcadores de hora aplicados, crea un juego sutil de luz, mientras que el tourbillon en el lado izquierdo de la esfera resalta sobre un fondo de laca azul profundo, evocando un cielo estrellado. La caja de oro rosa de 18 quilates, inspirada en los relojes de bolsillo savonette del siglo XIX, ofrece una elegancia contemporánea.
Cada detalle, desde el intrincado tourbillon hasta la caja perfectamente diseñada, celebra el legado de Jaeger-LeCoultre y su enfoque en la innovación. El Duomètre Heliotourbillon Perpetual no es simplemente un reloj; es una obra de arte que encarna la búsqueda incesante de la perfección.
Fotos: cortesía.
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