El reconocido arquitecto autodidacta Miguel Ángel Aragonés, nacido en la Ciudad de México el 16 de noviembre de 1962, cuenta con una ilustre carrera que abarca más de tres décadas.

Su trayectoria arquitectónica comenzó en 1984, cuando, con sólo veinte años, se adentró en el sector de la vivienda social. Con el objetivo de revolucionar los estándares estéticos de las viviendas para personas de bajos ingresos, Aragonés pretendía trascender la “pobreza estética” prevaleciente en el panorama inmobiliario de México. Su dedicación dio como resultado más de mil casas, numerosos edificios y casi cuatrocientos departamentos, impactando significativamente el tejido arquitectónico de México.

Al entrar en su segunda y tercera década como arquitecto, Aragonés grabó su nombre en notables proyectos residenciales, entre ellos “Casa Castaños”, “Avellanos”, “Ombúes”, “Laureles”, “Eucaliptos 55 – 65 y 77”, “Casa Cubos, ” y “Casa Tecas.” Su destreza arquitectónica se expandió más allá de las fronteras con proyectos como la “casa en Los Ángeles”, California, y el notable “Edificio Arbolada Reforma” en la Ciudad de México. Sus recientes emprendimientos abarcan el impresionante “Encanto Hotel” en Acapulco, “Encanto Sky Residences” en Puebla y el visionario “Mar Adentro Hotel & Residences” situado en San José del Cabo, Baja California Sur.

Una de las obras más icónicas de Aragonés, “Casa Rombos”, personifica una sinfonía arquitectónica instalada en el corazón de Bosques de las Lomas de la Ciudad de México. El diseño, que consta de cuatro estructuras interconectadas, abarca a la perfección el tejido urbano. Integra armoniosamente los espacios privados con la naturaleza, fomentando una comunión íntima con árboles y cuerpos de agua. El concepto encarna un santuario que ofrece soledad en medio del ajetreo de la ciudad, encapsulando un diálogo entre la estética arquitectónica y el atractivo de la privacidad.

Casa Rombos | Rombos II

Las representaciones fotográficas de las maravillas arquitectónicas de Aragonés simplemente arañan la superficie, eclipsando la experiencia táctil, las expresiones materiales y el ambiente que exudan estos espacios. La esencia de sus creaciones radica en su capacidad de hacer eco de los susurros de la luz, combinando sin esfuerzo elementos naturales con delicadeza arquitectónica, hablando mucho sobre la atmósfera y el refugio.

Miguel Angel Aragonés, a través de sus creaciones visionarias, amplifica la narrativa de la arquitectura como un refugio íntimo, invitando a los ocupantes a sumergirse en espacios donde cada elemento resuena en sinfonía con la soledad, la privacidad y el abrazo de la naturaleza.

Casa PI

Fotos: cortesía.


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