BOVET VIRTUOSO XI: LA CÚSPIDE DE LA MAESTRÍA 

En medio de un mundo de lujo producido en masa, donde la alta demanda para la belleza se resuelve de forma inmediata, cualquier cosa creada a mano siguiendo procesos artesanales se convierte en una pieza rara y de gran valor. Bovet, la afamada casa relojera que por siglos ha captivado al mundo con sus hermosas máquinas, ha creado un nuevo reloj de pulsera que es verdaderamente una obra de arte en movimiento.

Los terminados de las manecillas y los grabados de la caja del Bovet Virtuoso XI son hechos completamente a mano, creando un efecto hipnotizante al observar lo intricado del mecanismo y la belleza de los puentes en este reloj esqueleto. El mismo nombre es una oda a la maestría de los artesanos que le dan su icónica beldad: Virtuoso, el nombre tanto del reloj como de las manos que lo hacen. Parte de la increíble dificultad de la fabricación de un Virtuoso es el balance perfecto entre el grabado y la estructura, que debe mantenerse lo bastante fuerte para sostener el mecanismo mientras conserva su gracia y belleza.

El virtuoso XI utiliza un movimiento con tourbillon flotante que añade un extra de movimiento al ya de por sí increíblemente complicado mecanismo. Al ser la más transparente de las piezas que ha producido Bovet hasta este momento, y una de las más ornamentadas, el resultado del reloj en movimiento no es sino una maravilla para contemplar. Los grabados tipo fleurisanne son, sin embargo, increíblemente tardados para crear, por lo que los artesanos de Bovet pueden crear tan sólo una pieza o dos cada mes.

La belleza y calidad excepcionales son tan sólo alcanzables con un nivel de maestría incomparable, en ocasiones cultivado a partir de un gran talento y con gran disciplina. Dotado de lo mejor de la técnica y artesanía de una de las más renombradas casas relojeras del mundo, el Bovet Virtuoso XI es una pieza de ensueño creado tan sólo para los verdaderos amantes del arte de la relojería.

Fotos: cortesía.