El espejo, elemento cotidiano en la mayoría de nuestras vidas, puede ser interpretado también como un objeto de contemplación filosófica. Sus usos en el esoterismo como herramienta de meditación hacen eco de lo propuesto por Vincent de Beauvais en su Speculum Majus: al ser un objeto que refleja de manera inmediata y total sus alrededores, brinda una visión inalterada de las cosas, lo cual nos acerca a la realidad ontológica del mundo, un reflejo de lo que es, y nada más.


Suscríbete a nuestro newsletter y recibe lo mejor para quienes viven el lujo como estilo de vida.


Da clic y conoce la colección completa.

Sin embargo, los espejos también son ampliamente usados en los espectáculos de magia para crear ilusiones ópticas desde hace siglos. Esta diametral oposición a la anterior premisa da una dicotomía compleja que no sólo permite reflejar la realidad tal cual es, sino expandirla y ofrecer nuevas, casi imposibles perspectivas del mundo.

Alessandro Michele, director creativo de Gucci, equipara este efecto expansivo con la ropa: los atuendos que usamos son simultáneamente un reflejo de nuestra personalidad y una extensión imaginativa de nuestro mundo interior, un campo de interacción con el mundo que permite observarnos como una versión exacerbada de nosotros mientras nos percibimos tal cual somos. Esta idea es explorada en la más reciente colección de Gucci, presentada en el Milan Fashion Week.

Los códigos de la alta costura son únicos en su tipo y no siempre se traducen fácilmente al día a día. Esto es especialmente cierto con casas de alto renombre como Gucci, sin embargo, como sabemos, la alta costura permea hasta la cotidianeidad, cambiando e innovando la manera en que nos expresamos a través de nuestros atuendos. En esta ocasión, Gucci trae conjuntos con un carácter notorio y difícil de olvidar, que seguramente aparecerán en forma de prints y patrones para revolucionar la moda diaria.

Esta colección implementa patrones saturados, colores brillantes y mezcla elementos de la moda formal y el sportswear para crear una experiencia auténtica y familiar. Nadie es unifacético, aún aquellos que tienen un estilo bien definido fluctúan entre modos de vestir y contextos, esta colección unifica estas diferentes caras en conjuntos únicos. Este contraste se incrementa con la colaboración de Adidas, la marca de sportswear responsable de establecer gran parte del lenguaje visual del estilo.

Algunas de las piezas más destacables incluye un largo abrigo felpudo oversize en amarillo, combinado con botas azul eléctrico; pantalones de vestir verdes con patrón Gucci y las características líneas laterales del sportswear Adidas, y un abrigo largo sin mangas que presenta las mismas tres icónicas líneas blancas a los laterales. Un saco con patrón a cuadros y estoperoles hace juego con tenis y gorra deportiva Adidas, mientras que los abrigos largos y las siluetas oversize imperan en toda la colección. Algunos de los abrigos más distintivos incluyen un patrón de triángulos amarillos y verdes a juego con un pantalón de rombos rosas, un abrigo en cuadros amarillos, un animal print blanco y café, y un patrón del monograma Gucci en chillón naranja y verde con remate en animal print.

En cuanto a conjuntos, varios salen a relucir, entre ellos un traje completo en print geométrico de naranja y azul brillante, un conjunto de sportswear en tejido, trajes monocromáticos de solapa ancha en colores brillantes como azul, morado, amarillo, verde y naranja, algunos rematados con las líneas Adidas, un traje oversize en acabados reflejantes a rayas negras y amarillas, y un traje que retoma las subculturas urbanas al estar cubierto de pies a cabeza en estoperoles brillantes.

Por supuesto, el par que más resalta son las piezas que conjuntan la colaboración Adidas-Gucci: tres vestidos que retoman lo mejor de los códigos de ambos estilos de moda y los unifican en piezas impresionantes. El primero, un vestido con corte clásico, en tela deportiva y con detalles icónicos del sportswear de Adidas. Los otros dos son un par similar entre sí: un vestido ajustado en blanco, con una pechera en azul brillante y segmentos de nude-illusion en encaje a los lados, con detalles en rojo, mientras que la contraparte, en negro, al piso, con la pechera en rojo y detalles blancos. Estas piezas son las que más evidentemente rompen los paradigmas del estilo de cada una de las marcas.

Como la digna metáfora de los espejos, esta colección, fruto de la improbable colaboración entre Gucci y Adidas, refleja el interior del usuario y el mundo en el que se desenvuelve, tomando el lenguaje visual del mundo de la moda y remezclándolo para crear un nuevo glosario de estilo, apto para un mundo en constante cambio.

Fotos: cortesía.

Leave A Comment

Your email address will not be published.