El tiempo es, hasta cierto punto, incomprensible, su cualidad cósmica está muy por encima del alcance de la mayoría de la gente, y aún así, es fundamental para nuestro entendimiento del universo. Las primeras civilizaciones usaban el sol, las estrellas y la luna para marcar el calendario y medir el paso de las estaciones, un arte que se ha perdido en favor de los métodos más modernos. Sin embargo, estos procesos no están separados el uno del otro, y la combinación de ambos puede dar lugar a las piezas más impresionantes que se puedan imaginar. El resultado de esta amalgama es presentado ahora por Jaeger-LeCoultre, la casa de relojería suiza, en la forma del primer reloj de cuatro caras del mundo.

El Reverso Hybris Mechanica Calibre 185, también conocido como Hybris Mechanica Quadriptyque, es un hito en el haute horlogerie, con cuatro carátulas funcionales, cada una con información distinta. La cantidad de mecanismos es más adecuada para un escritorio que para el compacto cascarón de 15.15 milímetros, con 12 complicaciones y 11 patentes distintas, el Quadriptyque es el pináculo de la serie Reverso, creada en 1931 para resistir los embates del polo, su cualidad reversible protegiendo la carátula. La línea Reverso ha evolucionado, usando sus cualidades prácticas como una ventaja estética. El Quadripty que mezcla lo práctico con lo visual, presentando cuatro caras únicas con información independiente.

La cara recto presenta el tourbillon flotante en la séptima posición, el cual compensa el efecto de la gravedad sobre el reloj y permite una medición balanceada. Este balance es la clave para la precisión, ya que las vueltas del tourbillon se transforman en segundos, minutos, horas y años. En esta cara vemos también el calendario perpetuo, que siempre es exacto y toma en cuenta años bisiestos y la irregularidad de los meses. El indicador de fecha es instantáneo, es decir, que cambia de golpe al dar la medianoche, y se perfila como una nueva invención creada para acomodarse en el cuerpo compacto.

La segunda cara, verso, esconde el mecanismo de campanas, una muestra de la experiencia de Jaeger-LeCoultre en la creación de relojes de muñeca sonoros. Con más de 200 modelos en su historia, el Quadriptyque tiene una cacofonía de sonidos que representan las horas, los cuartos de hora y los minutos con un gran gusto y precisión. La cara verso presenta los elementos de percusión del reloj, y un display de hora complementario a la cara recto. Con gongs de cristal, la ingeniería detrás del Quadriptyque es única, permitiendo que no haya pausas entre los sonidos, ni siquiera entre los que marcan las horas, los cuartos y los minutos.


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La cara interior presenta tres diales únicos con información sobre los diferentes ciclos lunares. El ciclo sinódico, dracónico y anomalístico se presentan en maneras especiales, en una sola cara. La parte superior está coronada por una gran luna grabada en láser, que se cubre gradualmente con un disco de laca, indicando las fases lunares, con un mecanismo tan exacto que solamente necesitará ajustarse una vez dentro de 1,111 años. La mitad inferior se divide en dos, con el ciclo dracónico a la izquierda con un sol de oro rosa orbitado por una pequeña luna, y a la derecha la posición de la luna en su órbita alrededor de la tierra, hecha en laca. Este tipo de presentación es una primera vez para la relojería, manteniendo viva la promesa de Jaeger-LeCoultre de expandir los horizontes de su arte.

La cara exterior, la última de las cuatro caras funcionales del Reverso, se centra en una representación de la luna y sus fases en el hemisferio sur. Dual por naturaleza, el Reverso presenta una visión completa con la inclusión de este detalle, pues la mayoría de las representaciones de las fases lunares se hacen desde la perspectiva del hemisferio norte.

Las complicaciones mecánicas de este reloj son infinitamente complejas, sin embargo, son las más amigables con el usuario hasta ahora. El reloj se mantiene en un tamaño mínimo gracias a un mecanismo en la forma de una aguja que sale cada día a la medianoche del cuerpo principal para activar los mecanismos en la carcasa, lo que actualiza las fases lunares y los ciclos cósmicos. Para ajustar el reloj después de un tiempo de no usarse está la caja del reloj, que contiene un mecanismo activado por un dial de doble posición. En la primera posición se ajusta el número de días que han pasado desde que el reloj se usó, y la caja hace el resto al colocar el dial en su segunda posición.

El resultado de seis años de investigación, el trabajo de los relojeros más talentosos de Europa y la dedicación de Jaeger-LeCoultre hacia la innovación se combinan de forma excepcional. El Reverso Hybris Mechanica Calibre 185 es un reloj único ideal para las personas poco convencionales, su figura y construcción rompen los paradigmas de la medición del tiempo tradicional. Regresar a los básicos a través de un sistema complejo y bello es algo que pocos pueden lograr, y el Quadriptyque lo consigue con creces.

Fotos: cortesía.

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