En 1977, Judy Blame se muda a Londres para “convertirse en un punk”. Residiendo finalmente en Manchester, no tardó en convertirse en uno de los diseñadores y figuras artísticas más influyentes del mundo. Trascendió los movimientos punk de los 60 y 70, sus íconos permearon en la cultura de mainstream de Londres y el mundo. Este invierno, el director creativo de la Casa Dior, Kim Jones, toma la historia y el legado de Judy Blame y la incorpora en la alta costura de Dior para crear esta apantallante colección en colaboración con la Trust Judy Blame Foundation.

El logo de Dior fue atravesado por un pin de seguridad, característico del trabajo de Blame, y adorna la mayoría de los conjuntos. La historia de Dior y la inspiración punk se juntan para crear las nuevas propuestas de esta colección: el print Newspaper diseñado por el anterior director creativo de Dior, John Galliano, se imaginó para traer a la mesa el print Gazette en gris y rosa, inspirado en el Financial Times, el periódico favorito de Blame. El Gazette es usado en toda la colección para abrigos y camisetas, y se complementa con los tonos callados y sólidos de cada look. Elaborados arabescos y motivos de cachemira se encuentran en sacos, guantes y camisas, y una bufanda diseñada por Karlie Shelley, la asistente de Judy Blame. El logo Dior Oblique, icónico desde su concepción en 1967, es retomado y se coloca sobre guantes, bolsas, corbatas y camisas, ya sea estampado o bordado en perlas. Los patrones brillan en esta colección al convivir con las piezas más quedas, las que también presentan las siluetas asimétricas y sueltas que se han vuelto sinónimos del trabajo de Jones.

Sin duda, el desarrollo más interesante para esta colección es el lienzo de Judy, una reinterpretación del tradicional lienzo de Jouy que adorna las colecciones de Dior desde su aplicación en la primera tienda de la Casa. En esta ocasión, Kim Jones mezcla la técnica con imágenes que recuerdan a los íconos usados en los diseños de Blame.

El gris, blanco y azul marino son las estrellas de la colección, balanceando los patrones y prints más complejos, y trabajan en conjunto con las siluetas fluidas y drapeadas de la mayoría de los outfits. El efecto moiré de la seda y los patrones arabescos se alternan con los silencios visuales de la tela para evocar un sentimiento de verdadera alta costura. Kim Jones explora la intersección de sus diseños y el arte de Blame: la moda es tanto un producto terminado, listo para usarse, como un proceso creativo en sí mismo. Sobre este concepto se construyen los conjuntos que a primera vista parecieran apresurados, con sus drapeados disonantes y siluetas rebuscadas. Cada pieza contribuye a la construcción de esta idea y evidencia cómo un diseñador podría acercarse a la concepción de un artículo de ropa, o al conjunto completo.

Cada uno de los 47 looks resalta por sí mismo, pero hay algunos que son dignos de destacar. Los conjuntos que incorporan el lienzo de Judy en turquesa y naranja, conjuntado con tela en patrón de cachemira demuestra cómo se complementan los conceptos de Jones y Blame. Los abrigos largos en patrones de arabescos en todos los colores de la paleta son una opción atrevida y fungen como piezas statement que se combinan con las piezas más sobrias. Un componente clave en la colección se encuentra en el último conjunto, que demuestra la historia del savoir-faire de la Casa de Dior. Este saco de tela cachemira negra se encuentra bordada a mano con lentejuelas, inspirado por un vestido diseñado por Marc Bohan para la temporada de Invierno 1968-1969. Este saco pasó 900 horas bajo las manos de sastres expertos en los talleres exclusivos de Vermont, e incorpora tres tipos de lentejuelas e hilo de plata.

Las piezas más impresionantes deben de ser las piezas construidas con el print Gazette, tela que crea la ilusión de estar hecha con pedazos de papel periódico con el nombre de la Casa por todas partes. En blanco, gris y rosa, estas piezas son atrevidas, pero conservan un sentido clásico. Este mismo sentimiento emana de los accesorios, guantes de ópera y zapatos clásicos comunican una atmósfera de mediados del siglo veinte. Los demás accesorios demuestran la herencia de la casa Dior y su expertise en el manejo del cuero, el mejor ejemplo siendo el icónico bolso Saddle, esta vez reimaginado en el Soft Saddle que se inspira directamente en los portafolios y estuches para camaras del siglo pasado. Construido con cuero y decorado con el logo Dior Oblique en bordado, el bolso Saddle se vuelve una auténtica pieza de arte.

Todos los demás accesorios y joyería, incluidos collares, llaveros, anillos y cadenas están estilizados con íconos prevalecientes en el trabajo de Judy Blame. Se incorporan emblemas como el pin de seguridad, candados y llaves inglesas, que Blame usaba frecuentemente como representantes de su estética do-it-yourself. Ahora, confeccionados en plata y acero, representan la importancia de la creatividad y el savoir-faire en cualquier tipo de arte.

La colección Invierno 2020-2021 de Kim Jones es la respuesta de Dior a los tiempos cambiantes. Rico en significado y creatividad, este es el diálogo entre Dior y Judy Blame, un intercambio entre lo viejo y lo nuevo, lo hecho en casa y la alta costura, la moda y el punk. Este diálogo viene y va, y alimenta las corrientes culturales en el mundo real y en esta colección cada corriente se alimenta de la otra para crear un concepto bello, elegante y único. 

Fotos: cortesía.

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