“Elegance is not about being noticed, it’s about being remembered.” Giorgio Armani
Al norte de Italia, en Piacenza, emergió uno de los diseñadores más icónicos que revolucionaría la moda y representaría la excelencia de la sastrería. Giorgio Armani, nacido en 1934, cinco años después de que la Segunda Guerra Mundial estallara, comenzó su vida de forma estrepitosa, al ser acusado su padre de colaborar con el régimen de Mussolini. Tras aquel imprevisto consiguió una beca para estudiar medicina; pero al poco tiempo abandonó sus estudios para dedicarse a ser vendedor de la tienda más exclusiva en Milán, La Rinascente en la que también realizaba los diseños de los aparadores; fue ahí que las telas y las texturas comenzaron a seducirlo y no lo dejarían hasta el día de hoy.
Tiempo después conoce a Nino Cerruti, empresario y estilita, con quien Armani trabaja una temporada, tomando influencia en su estética formal y la sastrería que define a los diseñadores italianos. En 1975 Giorgio Armani crea su propia firma con el apoyo de Sergio Galeotti y abren su primer casa de moda en Milán, marcando una nueva etapa para la industria de la moda masculina y aportando elegancia y estilo con un toque de feminidad a la estética varonil.
En esta época Armani buscaba lo opuesto a lo ya disponible por otros diseñadores: su principal objetivo era crear una pieza que brindase comodidad y movimiento. Fue así que llegó a la deconstrucción del traje, deshaciéndose de forros y rellenos, modifica las proporciones y acomodo de los botones; transforma radicalmente la forma masculina de vestir y proponiendo una nueva forma de ser masculino.
Giorgio Armani era una nueva promesa en el mundo de la moda, especialmente para los caballeros, por lo que pronto llegaría a conquistar Hollywood al ser el encargado de vestuario de la cinta American Gigolo, haciendo así un statement en los hombres gracias a sus chaquetas dentro de la cultura yuppie.
La marca Italiana siguió creciendo y en 1981 su fundador crea Armani Jeans, Armani Junior y Emporio Armani; y emerge el águila imperial con las iniciales de su nombre que hasta el día de hoy es el reconocible símbolo de la marca. Armani seguía avanzando y no solo en la moda masculina, pues buscó introducirse en el sector de la belleza y accesorios para dama, por lo que un año después lanza su primer perfume Armani Pour Femme complementandolo con lencería y accesorios.
Dos años después crea su primer fragancia masculina, pero no se comercializa. Al mismo timepo goza de aumentada popularidad grcias a la serie Miami Vice, donde el actor David Johnson usa con frecuencia los trajes sport de Giorgio Armani. Tras algunos años agridlces para el disñador, en 1995 finalmente se pone a la venta Acqua Di Giò siendo la primer fragancia para caballeros. Posteriormente creó su línea de cosméticos e incursionó en la hostelería al fundar hoteles en Milán y Dubai con la esencia de Giorgio Armani al diseñar los muebles y la experiencia de un hombre moderno que busca lujo y la privacidad al estilo Armani.
“La continuidad de la empresa ya está definida en todos sus aspectos, incluso en el creativo. De todas maneras, por el momento no pienso retirarme. Mi vida es mi trabajo y no tengo ninguna intención de renunciar”
A pesar de su determinación, el diseñador ha sabido cuándo retirarse estratégicamente. En el mes de febrero del 2020, la Semana de la Moda sucedía en Milán, convocando diseñadores, editores, fotógrafos, modelos, maquillistas, y estilistas; un evento masivo que se lleva a cabo dos veces al año en las capitales de la moda alrededor del mundo para exponer las colecciones de la siguiente temporada. Sin embargo, al mismo tiempo otros países enfrentaban los retos ocasionados por el COVID-19, y fue entonces que Giorgio Armani fue el primer diseñador en decidir que su desfile se llevaría a cabo a puerta cerrada, como medida de prevención y para cuidar la salud tanto de su equipo como de los invitados.
Su carácter y sus altos estándares son de notoriedad todo el tiempo. El diseñador ha publicado una carta abierta dirigida a Miles Socha, Samantha Conti, Alessandra Turra y Luisa Zargani por el artículo “Tipping Point: Will the Flood of Collections Yield to Slower Fashion?”, que lleva a la reflexión sobre derroche en el mundo de la moda en la actualidad, siendo uno de los temas que han expresado diferentes diseñadores, periodistas y críticos de moda. En ella, Armani expresa: “El declive del sistema de moda tal como lo conocemos comenzó cuando el segmento de lujo adoptó los métodos operativos de la moda rápida, imitando el ciclo de entrega interminable de este último con la esperanza de vender más, pero olvidando que el lujo lleva tiempo, se logra y se aprecia. El lujo no puede y no debe ser rápido. No tiene sentido que mi trabajo esté en vitrina por tres semanas y se vuelva obsoleto. No trabajo así y lo considero inmoral.”
Armani sigue por esta línea, pidiendo tomar en consideración el tiempo de producción y las manos que producen, e invita entonces a reconsiderar la manera en que se está vendiendo y consumiendo, todo para dejar los patrones que se adoptaron del fast fashion y concentrarse en colecciones necesarias para el consumidor. Armani escribe: “El momento por el que estamos pasando es turbulento, pero también nos ofrece la oportunidad única de arreglar lo que está mal, para recuperar una dimensión más humana. Es bueno ver que, en este sentido, todos estamos unidos.” Un mensaje alentador en estos tiempos inciertos.
Su reflexión encara al mundo de la moda con la necesidad de evolución más allá de reinventarse cada seis meses con una nueva colección. Trata de abrir la conversación con su consumidor y abrir nuevos canales, aprovechar los medios digitales, crear una buena interacción. La moda tendrá que adaptarse a los retos del futuro, por más complejos que estos sean.
A sus 86 años, el diseñador italiano sigue dirigiendo su casa de moda de manera personal. Se ha convertido en la marca italiana independiente más reconocida a nivel mundial con diferentes colecciones al año y más de 700 tiendas alrededor del globo. Su estilo ha conquistado por doquier, su estilo italiano prevalece en cualquier esquina del planeta. Sin embargo, hoy en día sus talleres en la capital italiana se toman un respiro de los patrones y diseños, siendo piezas claves en la lucha contra la crisis global, confeccionando batas de un sólo uso para el personal médico. Esta donación se conjunta con una suma de 2 millones de euros a hospitales italianos, en un acto verdaderamente altruista.
Giorgio Armani sigue llevando esa chispa con la que inició en La Rinascente, aún hoy es el escaparatista de sus propias tiendas en Milán, se encarga de la creación de las colecciones tanto para hombres como mujeres y supervisa de cerca sus hoteles, así como todo el ecosistema que Armani ha creado como marca. Su mayor característica es su autenticidad, pues entre disfrutar de la música disco y actual, diseñar, y cuidar a sus allegados más cercanos, él mismo se define como una persona feliz. “Soy una persona sencilla con sentimientos sencillos pero profundos.”
Fotos y vídeo: cortesía.
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