La Península de Yucatán es famosa por sus localidades paradisíacas y su encanto natural. También brilla por la presencia de algunos de los hoteles más lujosos del mundo. Entre estos se encuentra la joya de Chablé Maroma, orgulloso miembro de Leading Hotels of the World. A sólo 30 minutos del aeropuerto de Cancún y quince minutos de Tulum, Maroma es un espacio de relajación ideado entre la playa y la selva con la naturaleza siempre en mente.
Chablé Maroma busca honrar el estilo de vida de los antiguos mayas y homenajea su cultura en toda oportunidad. El lujo personal se mezcla con el contacto armonioso con la naturaleza, teniendo al alcance de la mano la selva dramática y viva al mismo tiempo que una de las playas más impactantes de Quintana Roo se extiende frente a los huéspedes.
Las 70 villas individuales que componen Chablé, y su villa presidencial de tres habitaciones cada una, ofrecen una experiencia única. Construidas todas de materiales regionales como maderas tropicales y cantera Galarza, usada en las construcciones nobiliarias mayas de antaño, cada una es acogedora y lista para volverse un espacio personal. El diseño de cada una también está inspirado en los templos y palacios de la realeza maya, a cargo del arquitecto Javier Fernández, y han sido decorados con sobriedad y lujo por la diseñadora Paulina Morán. Baños in & out y regaderas de luna que permiten la entrada del aire fresco, así como enormes entradas cubiertas por paneles de madera deslizables que separa sutilmente la terraza con una piscina privada y hamacas crean espacios íntimos y al mismo tiempo permiten una indescriptible comunión con la naturaleza que rodea la villa.
Tres restaurantes proporcionan experiencias culinarias de altura para cada comensal. Kaban es el restaurante de ambiente casual para aquellos que buscan disfrutar sin preocupaciones del menú a la carta a la orilla de la piscina común. Bu’ul es el restaurante insignia, a cargo del chef Jorge Vallejo, quien es famoso por dirigir el restaurante Quintonil en la Ciudad de México. En Bu’ul, el chef Luis Quiroz prepara un menú planeado por Vallejo con ingredientes locales y orgánicos, creando platillos de autor que garantizan una experiencia completa y sorprendente para quienes están dispuestos a probarlo. Finalmente, el Raw Bar by Bu’ul cuenta con una selección de mariscos y ceviches para ser disfrutadas en el momento frente al mar. Cada huésped en el Maroma tiene la posibilidad de elegir también programas de alimentación personalizados que contribuyen al bienestar, la meta última del Chablé.
Lujo, sofisticación en cada una de las villas en Chablé Maroma.
Calma y la relajación que necesita todos los días de su estadía.
Extremadamente importante en el hotel es el Spa, con ocho cabinas de tratamiento individuales y herbolaria sembrada localmente en Ka’anche’s, técnica maya ancestral de cultivo que levanta las hierbas sobre el suelo. Construido en piedra xucún, el spa recoge tradiciones de relajación maya de la región con los mejores ingredientes para una sesión única, que involucra duchas sensoriales, baño de vapor y jacuzzi. Buscando un auténtico renacimiento del alma y la energía, los tratamientos están inspirados en el mundo natural y los rituales mayas. Masajes profundos con aceites esenciales de romero, cítricos y sal marina, tratamientos dermatológicos con arcilla, café, tabaco, árnica y laurel, hidroterapia, y mezclas de cobre y aminoácidos se presentan para dar un rejuvenecimiento completo al cuerpo.
Los hoteles Chablé ya se han establecido como como una de las franquicias más importantes y lujosas del mundo. La filosofía de “Redefinir el bienestar” busca generar emociones y experiencias que enriquezcan la vida, creando vivencias únicas para cada uno de los huéspedes. Inspirada y nacida en México, la marca Chablé se supera a sí misma con el Maroma, un oasis de ultra lujo en medio de la naturaleza, que pretende balancear la espiritualidad y el confort como ningún otro lugar en el mundo.
La mejor manera de conectar tu cuerpo, mente y alma.
Fotos: cortesía.
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