El temprano siglo XX estuvo marcado por la exploración y el deseo de llevar el conocimiento humano más allá de sus límites. Desde el descubrimiento de antiguas civilizaciones, caminos en las montañas, y especias animales, hasta redefinir los límites de la capacidad humana fueron signos de una época de individuos sorprendentes. Uno de ellos es el Capitán George Eyston, ingeniero, militar e inventor británico.
Nacido en 1897, George Eyston fue un héroe británico que profundizó el conocimiento de la aerodinámica y rompió varios récords mundiales, entre ellos el más notable el récord de velocidad en tierra, con su auto Thunderbird, construido a medida para alcanzar las 357 millas por hora. Hoy en día el nombre de Eyston se ha olvidado, y por ello Rolls-Royce le ha escogido para hacerle homenaje con su línea Landspeed, compuesta de 60 unidades, 25 para el modelo Dawn y 35 para el modelo Wraith, todas las cuales ya han sido adquiridas por clientes de la marca.
Rolls-Royce forma parte integral de la historia de Eyston, con dos motores de avión Rolls-Royce R V12 dándole vida al Thunderbird que hizo historia sobre los Salares de Utah. La línea Landspeed toma elementos de esta anécdota y los incorpora a su diseño para embellecer estos modelos icónicos. La colección mezcla el Negro Diamante Metálico y un nuevo color hecho para la colección, el Azul Bonnevile, que va del azul claro al plateado conforme la luz le golpea, una referencia al paisaje d ellos Salares con cielos limpios y tierras blancas.
“Está en la naturaleza humana el querer ir más lejos, hacer más cosas, ser mejores que nosotros mismos. Este deseo inherente extiende los horizontes y define límites, es un instinto que siempre hemos entendido en Rolls-Royce; y lo hemos vuelto realidad con la Colección Landscape.” Torsten Müller-Ötvös, CEO, Rolls-Royce Motor Cars.
Detalles oscuros perforados sobre la piel del volante remiten a las líneas negras pintadas por Eyston sobre el Salar para medir su progreso, un motivo que se repite en el asiento del conductor como recordatorio de la filosofía de diseño de Rolls-Royce.
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Los Salares, si bien aparentan ser suaves y lisos, en realidad están cubiertos de pequeñas fisuras que les dotan de textura, la cual fue recogida y replicada sobre la fascia y la consola, acompañada de detalles en todo el interior, como la silueta del Thunderbolt y los distintos récords de velocidad sobre el túnel interno. En el asiento trasero, la figura de las Montañas de la Isla Plateada se alza como un recordatorio al paisaje en el que Eyston lograse su hazaña, mientras que el espacio que anida el reloj de la consola está gravado con el nombre “Bonneville” y la velocidad alcanzada.
El reloj mismo está inspirado en otro elemento de la anécdota: la superficie reflejante del Thunderbird hacía imposible que el equipo de medición funcionase, así que Eyston pintó un círculo amarillo y una flecha negra sobre el costado del vehículo. Este mismo motivo se repite en aplicaciones en amarillo y negro en el interior del auto.
Ahora bien, los Salares de Utah son un lugar preferido por astrónomos gracias a sus cielos impolutos y alta claridad por las noches. Como un tributo al lugar que vio los límites de la velocidad romperse, la cubierta Starlight del modelo Wraith presenta 2117 estrellas de fibra óptica colocadas a mano que recrean las estrellas y constelaciones visibles desde el Salar el 16 de septiembre de 1938, fecha en que Eyston rompió el último de sus récords.
Condecorado con la Cruz Militar, el Caballero de la Legión de Honor, y la Orden del Imperio Británico, Eyston fue una figura notable por muchas razones. Estas medallas son referenciadas por un detalle sutil en la puerta del piloto, recreando los listones originales con color y textura.
Un tributo tardío para un héroe inspirador, la colección Landspeed es una demostración sin igual de diseño y elegancia. La calidad de estos autos no podría venir de ningún otro lugar salvo la planta de manufactura de la marca en Goodwood, un homenaje apto para el genio sin paralelos del Capitán George Eyston.
Fotos: cortesía.
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