Frida Escobedo, la arquitecta innovadora originaria de la Ciudad de México, surgió en la escena arquitectónica con su estudio homónimo en 2006. Inicialmente aclamada por su trabajo excepcional dentro de México, como los proyectos transformadores del Hotel Boca Chica (2008), Pabellón El Eco (2010). ), y la ampliación de La Tallera Siqueiros en Cuernavaca (2012), fue en 2018 que obtuvo reconocimiento mundial por su diseño del prestigioso Serpentine Pavilion en Kensington Gardens, Londres. En particular, se convirtió en la arquitecta más joven en asumir este estimado encargo en su momento. Su más reciente galardón incluye el encargo de diseñar la nueva sala de Arte Moderno y Contemporáneo del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, lo que la convierte en la primera mujer y la arquitecta más joven en diseñar para la institución.

Además de sus numerosos premios, como el Premio del Foro de Jóvenes Arquitectos de la Architectural League of New York (2009), el Premio BIAU (2014) y el Premio de Arquitectura Emergente de Architectural Review (2016), Escobedo fue honrada recientemente con el Premio Charlotte Perriand 2024 de Asociación y premios de diseño La Créateurs.

Más allá de su práctica arquitectónica, Frida ha compartido su experiencia a través de la enseñanza en instituciones reconocidas como la Universidad de Columbia, la Asociación de Arquitectura de Londres, la Universidad de Harvard, la Universidad de Rice y, más recientemente, la Universidad de Yale.

Uno de sus proyectos más emblemáticos responde creativamente al paradigma convencional del diseño de viviendas verticales, optando por un enfoque distintivo. En lugar de balcones estrechos e ineficientes como extensiones, el diseño de Escobedo “dobla” estos balcones hacia adentro, creando patios privados. Esta ingeniosa estrategia produce una serie de casas con patio vertical, jugando con diferentes niveles de intimidad a través de patios estratégicamente ubicados mientras se mantiene una conexión armoniosa entre los espacios interiores y exteriores.

Otra hazaña notable fue su diseño para el Serpentine Pavilion en 2018, empleando un gesto aparentemente simple. Ubicado en Serpentine Gallery Park, el pabellón consta de dos volúmenes rectangulares, uno dentro del otro, con un patio interior sutilmente alineado hacia el norte, un homenaje al meridiano principal establecido en el Observatorio Real de Greenwich en 1851. Esta disposición genera formas irregulares. geometrías y espacios intersticiales, creando un ambiente sereno donde el tiempo parece ralentizarse, potenciando la interacción entre el interior y su entorno a través de elementos arquitectónicos que filtran y dramatizan la relación entre los espacios.

El uso innovador que hace Escobedo de elementos arquitectónicos tradicionales mexicanos, como la celosía, brilla en sus proyectos, equilibrando la funcionalidad con el diseño etéreo. Sus muros de celosía no solo brindan practicidad sino que también imparten una sensación de ingravidez, marcando el comienzo de una continuidad visual y energía dinámica en todas sus creaciones, fusionando los espacios interiores con los ambientes circundantes a la perfección.

El enfoque distintivo de Frida Escobedo hacia la arquitectura combina la innovación con el patrimonio, creando espacios que trascienden lo convencional y se involucran con la experiencia humana, lo que la marca como una visionaria que da forma al futuro del diseño arquitectónico.

Fotos: cortesía.


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