Desde sus inicios, la prestigiosa casa relojera Piaget ha presentado, en cada una de sus obras, una premisa simple: el crear relojería de la más alta calidad, y hacer siempre un poco más de lo necesario, para conseguir la excelencia. Cada una de sus obras rebosa de maestría: la Casa se enorgullece de la colaboración entre maestros relojeros y joyeros para crear piezas de belleza increíble. Dentro de sus Talleres de lo Extraordinario se crean maravillas impresionantes, y esta vez, nos sorprenden una vez más con un fastuoso reloj ultraplano que rutila con la luz de mil estrellas.
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Desde mediados del siglo pasado, la maison se ha puesto a la cabeza de la innovación de los relojes ultraplanos, creando para ellos maquinarias de una finura que parecería inalcanzable. Dotadas de líneas elegantes y un aire grácil que emana libertad, estas máquinas maravillosas se posan en la muñeca como el aleteo de una mariposa. A la amplia gama de relojes ultraplanos se une ahora el Piaget Polo Skeleton, una pieza magnífica con un resplandor fastuoso. La caja, de tan sólo 7.35 mm de espesor, contiene una fina máquina calibre 1200S1, completamente esqueletizada, cuyo armónico movimiento está determinado en apenas 2.4mm de finas piezas de alta calidad. El exterior, decorada con 268 diamantes de corte brillante, se complementa con un brazalete de acabado satinado que contiene 1478 diamantes más. Cada uno de estos diamantes se corta a medida antes de engarzarlo, por lo que uno sólo de estos hermosos relojes toma hasta 60 horas sólo en el trabajo de joyería.
Reconocida por la gran belleza de sus creaciones híbridas de relojería y joyería, Piaget nos presenta una pieza rutilante que es la siguiente obra maestra en su legado de excelencia. De líneas finas y brillo sin igual, el Piaget Polo Skeleton es una proeza tanto técnica como artística que no podrá faltar en el baúl de colección de los más ávidos amantes de lo bello.
Fotos: cortesía.
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