Barranco es hoy en día uno de los barrios más de moda en todo Lima, Perú. Tanto su encanto pintoresco como su gran legado histórico lo han convertido en una de las paradas imprescindibles al visitar la capital peruana, y es perfecto para dar una larga caminata por las calles de empedrado mientras tu vista se enamora de toda la belleza del lugar. Entre tiendas, museos y letreros de colores, si prestas atención, encontrarás lo que a simple vista parece un cartel como cualquier otro: aquél que anuncia un pequeño restaurante, “Mérito”. Al cruzar el umbral de la puerta principal, sin embargo, te darás cuenta pronto de que has entrado en un lugar sin igual.
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Al entrar te encontrarás con la cocina abierta, una de las principales atracciones del local. Un equipo de cocineros de gran expertis se afana aquí montando a la vez que sus platillos un espectáculo para los comensales que se sientan a la barra, el lugar preferido de muchos de los visitantes. No obstante, si lo deseas, podrás subir las escaleras hasta un pequeño comedor en la planta alta, que, con su vista a la calle, te hará sentir como si flotases por encima de la multitud.
En el menú encontrarás una exquisita mezcla de sabores producto de la trayectoria del chef Juan Luis Martínez, quien ha logrado integrar la cocina peruana con los sabores de su país de origen, Venezuela. La presentación de los platos es espectacular: en lugar de utilizar vajilla como en cualquier otro restaurante, los exquisitos y coloridos platillos se sirven sobre tablas de piedra volcánica y arcilla, piedras de río y paneles de vidrio que crean una experiencia sumamente vistosa. Lo mejor para probar son las tostadas acevichadas, uno de los platillos estrella del menú. Y, si vienes acompañado, asegúrate de probar la pesca del día con arepa horneada y mantequilla, uno de sus manjares más celebrados. Para el postre, la roca de chocolate y el flan son una opción excelente: de un dulzor magnífico y sabor sin igual, te dejarán deseando volver otro día con tal de comerlos una vez más.
Como todas las buenas cosas, la buena comida es un deleite difícil de encontrar, más cada instante de búsqueda vale la pena y añade al misterio. Oculto a plena vista en uno de los barrios más icónicos de Lima, Mérito abre sus puertas para ofrecernos con un banquete de color y emoción como sólo ellos saben hacerlo.
Fotos: cortesía.
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