Tal y como el segundero en un reloj, el tiempo no se detiene: avanza implacable por sendas misteriosas, y es así como, en un instante, el mundo se transforma frente a nuestros ojos. En una realidad siempre cambiante, mantenerse a la vanguardia es fundamental. TAG Heuer, la afamada casa relojera cuyas creaciones son sinónimo de lujo y aventura, presentó el pasado marzo su último diseño: el TAG Heuer Carrera Plasma, una pieza que es, en sí, una mirada al futuro.
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Presentado con todos los honores durante el Watches and Wonders, el Carrera Plasma es un deleite a la vista. Con la clásica línea de diseño de los icónicos Carrera, de bordes gruesos y corte elegante, el Carrera Plasma integra un avance de la tecnología a su manufactura: diamantes crecidos en laboratorio. La carátula, conformada por una serie de diamantes policristalinos, crea reflejos espectaculares, a la vez que aparenta ser una sola pieza de diamante que rutila en todo su esplendor. Los índices de oro blanco poseen un diamante cada uno, con un doble índice a las 12 horas, mientras que las agujas se encuentran chapadas en rodio negro mate, generando un contraste exquisito tanto de color como de textura. La caja, de 44mm de aluminio anodizado con chorro de arena y un bello bisel pulido de cerámica negra, se encuentra engastada también con diamantes hechos a medida, así como una corona de diamante a las 3 horas. Una elegante correa de cuero negro con cierre de titanio completa la pieza, y contribuye al pronunciado contraste que lo distingue.
El movimiento fue específicamente diseñado para el Carrera Plasma: el H02 Tourbillon Nanograph es una edición especial acabada a mano con detalle y una exclusiva masa oscilante en forma del escudo de TAG Heuer. Posee una marcha de 65 horas y un hermoso diseño parcialmente esqueletado que puede apreciarse en el anverso del reloj. No obstante, su mayor logro es la espiral de carbono de manufactura interna. Hecha con la misma técnica que se usa para producir los diamantes, esta espiral posee excepcionales niveles de resistencia a los golpes, antimagnetismo y estabilidad, con una geometría refinada que le confiere un excelente rendimiento cronométrico, probablemente muy superior al de las espirales metálicas.
Debido a su carácter altamente experimental, la producción del Carrera Plasma estará limitada a una serie en extremo pequeña: poco menos de una docena, informó el representante de la marca durante la presentación de esta joya. Un reloj que rompe con los estándares del lujo y lo redefine en una amalgama de técnica e innovación, esta nueva forma de manipular los materiales es el futuro de la relojería. Una gama infinita de posibilidades creativas se abre en el horizonte, y el TAG Heuer Carrera Plasma es tan sólo el primer paso de la carrera a su encuentro.
Fotos: cortesía.
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