El olor es, a ciencia cierta, el estímulo sensorial que más vívidos recuerdos es capaz de despertar en la memoria. Nada se compara a la fragancia de un buen café, o un buen vino, o siquiera con el recuerdo de alguna fragancia del jabón de nuestra niñez. Un aroma es capaz de transportarnos a través del tiempo y devolvernos a un instante aleatorio en nuestra existencia: las esencias que nos rodean se funden con nuestras memorias e impregnan nuestra identidad. Es por esto que XINÚ, la marca de alta perfumería originaria del centro de México se ha basado en los más tradicionales aromas del continente americano para crear una narrativa personal e íntima en cada una de sus fragancias.

El nombre de Xinú proviene del otomí: significa “nariz”, la puerta de nuestros sentidos y la llave de los recuerdos, aquella que nos conecta, a través de los siglos, con nuestros ancestros utilizando el delicado puente de los aromas. Una botella de XINÚ contiene las esencias de finas flores y especias del continente americano, copal, bayas, maderas y frutas exóticas. Todas las fragancias se elaboran de forma artesanal por un maestro naturalista en el Jardín Secreto de la marca. El resultado: la más alta calidad, y un disfrute sensorial completo y extravagante.


Suscríbete a nuestro newsletter y recibe lo mejor para quienes viven el lujo como estilo de vida.


Las botellas se inspiran en las culturas prehispánicas, más concretamente en la geometría sagrada: un envase cristalino y una tapa de madera oscura crean la forma de un reloj de arena dual y elegante. La madera es diferente para cada perfume, complementando el elemento aromático con el visual. Cada empaque, asimismo, cuenta con una ilustración única hecha a mano, lo que convierte a cada esencia en una obra de arte sin igual.

Más allá de un producto de excelencia, XINÚ representa una identidad profunda, íntima y sensual capaz de llevarnos a lugares inesperados. Sirviéndose de la memoria atemporal botánica de la región, ha creado una serie de fragancias exuberantes y llenas de arte. Es el testamento de que las cosas hechas con amor y con pasión, conocimiento y empeño, rinden frutos llenos de belleza y no sin un toque de magia.

Fotos: cortesía.

Leave A Comment

Your email address will not be published.