Para cambiar el mundo es necesario una visión que no esté obstruida por las limitaciones del presente. El futuro, en su etérea concepción, es algo que podemos alterar con nuestras acciones presentes. Un mundo mejor para todos es posible, y para ello hay que mantener los contextos sociales, culturales, históricos, económicos y ambientales en mente mientras se construyen las ciudades del futuro para asegurar un porvenir más nivelado. Bajo esta premisa nace Fr-ee, una firma de arquitectura fundada por Fernando Romero.
Reconocido como uno de los principales arquitectos de su generación, Fernando Romero lidera el estudio que ha propuesto algunos de los proyectos más ambiciosos del mundo. Su objetivo es llevar a la sociedad a un futuro donde las barreras de movilidad y sustentabilidad no existan, algunos de sus proyectos más prominentes ya han dado frutos.
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Museo Soumaya
Hogar de una de las colecciones más grandes de esculturas del surrealista Salvador Dalí, el Museo Soumaya es una estructura bellísima que se alza en el centro de la Ciudad de México. En su interior guarda más de 70000 obras de arte, se levanta 150 pies sobre la ciudad, cubierto por una malla de 16000 hexágonos individuales. Su estructura exterior convive con la interior para crear las salas de museo a partir de sus soportes, privilegiando el recorrido y creando una joya de la arquitectura mexicana.
Kering México
La firma internacional de lujo, Kering, basada en Paris, Francia, tiene su hogar en México gracias al diseño de Fr-ee. Dinámico y relajante, el edificio se inunda de luz natural en su interior, construido alrededor de una escalera de caracol central, visible desde cualquier punto de la oficina. Enfocado en la sustentabilidad, el edificio fue diseñado para tener la certificación Leadership in Energy and Environmental Design Gold Certification, una certificación de sustentabilidad mundial.
Centro Cultural de Oaxaca
Cuna de muchos de los artistas mexicanos más prominentes, Oaxaca merece un espacio digno para albergar las obras de Tamayo, Toledo, Hernández y Morales. Diseñado con la idea de ser construido por las manos de los artistas locales, el principal elemento es el ladrillo, construyendo una propuesta que dará empleo a las manos mexicanas con materiales de la región. Estilísticamente, se basa en la cualidad más reconocible de la arquitectura oaxaqueña colonial: el arco.
Fotos: cortesía.
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