El color, una cualidad fundamental que nos permite entender y relacionarnos con el mundo a nuestro alrededor. Los animales, lugares y ciudades más impactantes del mundo están llenos de color, con un aura atrapante que atrae la vista y el alma. Si bien el mundo del lujo con frecuencia se ve apagado y discreto, la elegancia y la sutileza confundidos con la falta de color, los productos y experiencias más exquisitas se encuentran llenas de tonalidades distintas. En esta línea de pensamiento, Lürssen, la marca de superyates alemana, trae Madsummer, que marca una “primera vez” en más de un aspecto.

Para cumplir con los deseos del dueño, nacidos en su amor por los yates, Lürssen colaboró con Eidsgaard Design y Laura Sessa, los primeros diseñando las líneas exteriores, y la segunda decorando el interior, dotándolo de personalidad. El cuerpo es una mezcla de curvas elegantes que le dan al yate una apariencia atemporal, con su forma de flecha atravesando el mar con facilidad. La terraza, el helipuerto y la piscina exterior encajan a la perfección sin alterar la silueta, dándole al barco una apariencia sin pretensiones que esconde un diseño de interior de gran distinción.


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“Los requisitos del cliente eran demandantes, sin embargo, creemos que nuestra experiencia en ingeniería ha superado sus expectativas de tener un yate que sea atemporal e innovador aún muchos años en el futuro.”

Rojos brillantes, blancos y azules adornan cada esquina en el interior, alternando entre el lujo y la diversión para construir un espacio bello y relajado. El salón principal tiene una paleta de color patriótico, encabezado por su suave alfombra de seda azul rey, los paneles de madera geométricos en las paredes que esconden las manijas de los espacios, y la pieza principal: una mesa de 14 plazas hecha de varias capas de resina preciosa, cubierta en una capa blanca que ha sido pulida para revelar los acentos de color debajo. El arte es de suma importancia para el dueño, por lo que se incorporaron piezas que recuerdan momentos de su vida para darle un toque personal al espacio.

El Madsummer contiene 10 camarotes, dividido en cuatro dobles y dos gemelos en la cubierta principal, cada uno con su propio esquema de color. Las dobles se ven en rojo, turquesa, beige y azul rey, mientras que las gemelas se decoraron con verde y azul marino, con piezas de sicomoro pulido y laqueado y alfombras de seda, llevando la paleta de colores hasta el baño y los asientos de los retretes, complementado con madreperla tintada a mano y mármol Calacatta. La cubierta superior también esconde los camarotes de invitados, uno doble y dos VIP. Elementos náuticos, naranja quemado y azul decoran estos espacios, acentuados con madera laminada en bronce.

En cuanto a amenidades, un salón de proyección completo con sillones acoplados con una bandeja de metal para alimentos y bebidas se encuentra sobre la proa. En una proeza ingenieril, las ventanas de piso a techo tienen vidrios de navaja que le dan un toque futurista, y conectan al exterior donde un sofá y camas para sol esperan.

La cubierta superior es hogar del bar, iluminado por detrás y hecho en alabastro blanco, y del comedor informal externo, protegidos por rompevientos de cristal. La cubierta del puente aloja el cuarto principal, un requisito explícito del dueño, quien, enamorado de la marinería, desea pasar tanto tiempo como sea posible en el timón. Esta suite está cubierta de roble tintado, terminados en resina azul, y dos pasillos que llevan a los guardarropas y baños individuales para ella y para él. La suite principal goza además de vistas privilegiadas al mar, que completan el ambiente hogareño que prevalece en toda la embarcación, concebida como un lugar familiar.

El gimnasio, la pista de baile que sirve como almacenaje para un hidroavión Husky, un bar, camas de sol y un Jacuzzi se encuentran en la terraza de sol. Una piscina de 9 metros y un Jacuzzi rodeados de sofás y camas se encuentran en la cubierta principal, mientras que la cubierta inferior esconde el spa y el centro de wellness, un bar, y una cama circular, la ducha fría y el Hammam.

El navío fue diseñado para fluir dentro de él, y entrar y salir de los espacios con facilidad. Desde una perspectiva técnica, el Madsummer es una “primera vez” en muchos aspectos. Una batería de litio de 125 kW asegura que los generadores trabajen en su mejor porcentaje y almacena la energía excesiva generada, convirtiendo a este yate en una maravilla técnica. Esto se aumenta con la impresionante velocidad de 12 nudos y el rango de 6000 millas náuticas, con una velocidad máxima de 17 nudos.

El yate también contiene garajes para transportes que pueden albergar un yate Maori de 11 metros, un Ski Nautique de 10 metros, y una embarcación de rescate. Aquí también se encuentran PWCs, esquís, tablas y equipo de buceo. El espacio interior no está reservado únicamente para vehículos: el yate puede albergar a una tripulación de 29 personas, incluidos masajistas, expertos de spa, y buzos, además de los ocupantes.

Una maravilla técnica, una innovación en los superyates y un balance adecuado entre la elegancia y la diversión colorida, Madsummer es la alegre celebración de capacidad y relajación. Con requisitos complejos, procesos de ingeniería y diseño únicos y una selección de colores vibrantes, el Madsummer asegura impresionar a cualquiera. Con tours por el mundo y el Pacífico en la agenda, este superyate es testamento de la capacidad y los logros de Lürssen, así como su lugar en la industria.

Fotos: cortesía

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